Las facturas constituyen un elemento importante en la imagen de tu empresa. Es el broche final a un trabajo realizado. El último documento que te vincula con tu cliente.
Si realizamos un buen trabajo de construcción y reforma y finalizamos con una mala factura, podemos dejar un recuerdo negativo en nuestro cliente. Debemos repasarlas para evitar erratas o errores de cálculo.
Elemento que debe incluir una factura (legalmente)
- Título “Factura”. Puede que sea obvio pero si quieres que tenga carácter legal, la factura tendrá que contar con un rótulo que aclare que es una factura y no un documento de otro tipo de operaciones comerciales o administrativas.
- Fecha. La fecha de emisión de la factura.
- Número. Es importante que recuerdes que tus facturas tienen que ser correlativas. Así cuando las presentes a Hacienda no habrá saltos en la serie.
- Datos del emisor, es decir, tú o tu empresa. Nombre y apellidos o razón social de tu empresa, NIF y domicilio fiscal.
- Datos del cliente. Nombre y apellidos o razón social de la empresa, NIF y domicilio fiscal.
- Descripción de los productos con su precio, porcentaje de IVA y descuento si lo hubiera.
- Base imponible: cuantía de la factura antes de impuestos (IRPF e IVA si son necesarios).
- IVA: cantidad de Impuesto de Valor Añadido que debes de cobrar en la factura. En la mayoría de facturas emitirás a un 21%, salvo que el tipo de IVA de tu producto sea superreducido, reducido o exento. Si vas a facturar materiales, infórmate con tu asesor porque podría ocurrir que los compres con un IVA y por tu tipo de actividad tuvieras que aplicar otro.
- Retención de IRPF (opcional): retención para autónomos profesionales que varía en su cuantía dependiendo de la retención que tengas.
- Total de factura. Aquí incluyes el total neto, el importe de IVA y el total bruto.
- Método de pago: medio por el que vas a recibir el cobro de la factura en cuestión (lo más común es a través de transferencia bancaria).
- Condiciones de pago: plazos de pago principalmente.