Se trate de una nueva construcción o de una reforma para un cliente, se debe tener en cuenta la comodidad y seguridad de quienes habitan dentro. Uno de los pasos imprescindibles es la impermeabilización, tanto de las fachadas como de las terrazas.
Hoy existen diferentes tipos de impermeabilizaciones que se adecuan a las necesidades de la construcción y de quien vaya a hacer uso de éstas.
Aquí trataremos varios puntos relacionados con la impermeabilización, para que sepas todo lo referente a estos proyectos, cada día más necesarios.
¿Por qué es necesario impermeabilizar?
El principal motivo por el que una empresa debe recomendar a sus clientes impermeabilizar es para proteger la superficie u otra estructura de su vivienda de la humedad. Hay que hacer constar que una filtración provoca malos olores, manchas y daños importantes en techos, paredes o cualquier lugar de la vivienda. Además, una vivienda u oficina con humedad, afecta a la salud de las personas.
En el caso de las edificaciones ya construidas, es aconsejable hacer el pertinente mantenimiento a fin de prevenir daños mayores. En este caso, las goteras, filtraciones y la misma humedad son más susceptibles a causar daños en fachadas, cubiertas o elementos estructurales.
Todo esto, por no hablar de los problemas derivados de salud que puede originar el moho que se genera.
Además, la impermeabilización aporta otra serie de beneficios, como la revaloración de la vivienda.
Beneficios de impermeabilizar:
Aunque parece que es una inversión cara, la relación beneficio-valor es claramente favorable para el cliente:
- Evita el deterioro de la estructura en general. Los cimientos se mantienen fuertes y seguros por más tiempo
- La propiedad conserva su valor y en algunos casos este podría ser mayor
- Mejora la condición sanitaria al no haber hongos ni humedad
- Evita las pérdidas por daños a muebles, equipos y bienes personales (como libros, ropa, comida y calzado).
Tipos de impermeabilizaciones
Entre los tipos de impermeabilización más habituales se encuentran:
- Impermeabilización asfáltica.
- Impermeabilización líquida.
- Impermeabilización sintética.
- Impermeabilización cementosa.
Impermeabilización asfáltica
Su composición básica es de asfalto modificado o betún. En el mercado están disponibles en tela asfáltica o placas bajo teja.
Tela asfáltica
Está disponible en diferentes tipos. No obstante, su principal característica es que es adhesiva por la cara que va en contacto con el techo. La cara externa tiene diferentes acabados según la clase de tela.
- Tela asfáltica básica. Es la más sencilla de todas. Se presenta con armadura de fieltro de polietileno y fibra de vidrio por las dos caras.
Su instalación es bastante simple. Basta con calentar con un soplete la cara que se acoplará al techo y adherirla a su superficie. Si pretendes colocar pavimento, esta tela permite aplicar una capa de mortero o cualquier mezcla bituminosa.
- Tela asfáltica de aluminio. Se caracteriza por su acabado cromado. Está compuesta por una cara de 1 a 2 mm de aluminio para proteger la tela de la acción del sol. La cara opuesta es una lámina bituminosa interior de 3 o 4 mm que se calienta para acoplarse a la superficie que se pretende impermeabilizar.
- Tela asfáltica acabado pizarra. También llamada autoprotegida, se caracteriza por su acabado pizarra. Esta clase cuenta con las mejores características de impermeabilidad. Tiene una gran resistencia y una larga vida útil. Viene en diferentes colores, aunque el gris es el más demandado.
- Tela asfáltica autoadhesiva. De todas, es la más fácil de montar, ya que es la única que no requiere de un soplete para preparar la cara adhesiva. Su gran maniobrabilidad permite que sea moldeada más fácilmente.
Placa bajo teja
Las placas asfálticas bajo teja son una solución de impermeabilización para tejados, tanto para obra nueva como para rehabilitación. Son láminas onduladas que están armadas a base de resina, fibras minerales y vegetales que garantizan la hermeticidad.
Estas placas se presentan en diferentes formatos para cubrir todos los tipos de teja: Curva, mixta, plana, hormigón y pizarra.
Evitan humedades por condensación al tener una cámara que permite la circulación de aire. Además, garantizan la impermeabilización hacia el interior, aunque las tejas se levanten o rompan.
La flexibilidad del producto absorbe los movimientos estructurales y las dilataciones, adaptándose a cualquier tipo de soporte. Resulta una cubierta ligera dado que las tejas no necesitan material de agarre tradicional.
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Impermeabilización líquida
Es una composición fluida que puede ser asfáltica o sintética. Para su aplicación, normalmente se coloca una capa de imprimación y una o dos capas más que proporcionan resistencia y hermeticidad.
Entre sus principales características destaca el hecho de que se puede aplicar en superficies que, por ser irregulares o difíciles, no pueden aislarse con láminas. No tiene solapas ni empalmes, no necesita soldaduras, es altamente resistente al tráfico, cambios de temperatura y agresiones químicas.
Líquida acrílica
Es ideal para aplicar en cubiertas con pendiente mayor que 0, debido a que el contacto permanente con agua reduce su vida útil. Se puede montar con mallas de fibra.
De poliuretano
Suele ser más elástica y resistente a la rotura. Al contrario que la acrílica, tiene resistencia al contacto permanente con el agua. Se puede armar con mallas de fibra.
Poliurea
Poliurea 100 % pura, compuesta de isocianato y aminas. Forma un revestimiento protector y completamente impermeable. Se puede aplicar en frío o en caliente, con una máquina de proyección.
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Impermeabilización sintética
Se puede instalar con adhesivo o soldar con termofusión. Los tipos más habituales son:
PVC-P (Policloruro de vinilo flexible)
Es un material termoplástico que se aplica con máquina de aire caliente a temperaturas comprendidas entre 450 y 570º C. Al calentarse, se funde uniendo la membrana o creando la morfología que se adapte bien al soporte y puntos singulares. Además, aporta alta capacidad de reflectancia a la luz solar.
TPO (Poliolefina termoplástica flexible)
Se trata de una membrana ligera con gran resistencia a los microorganismos y a sustancias químicas comunes en cubiertas. Tienen gran compatibilidad directa con aislamientos térmicos sintéticos y otros tipos de impermeabilización, por lo que no requiere de capas separadoras.
Es material termoplástico. Las juntas soldadas con aire caliente a temperaturas entre 300º C y 450º C forman una adhesión homogénea y segura entre la lámina superior y la inferior.
EPDM (Caucho de polietileno propileno dieno monómero)
Su aplicación es en frío y su material de caucho resulta muy resistente a agentes atmosféricos, ácidos y álcalis, así como a los rayos UV. Esta no necesita ningún tipo de protección adicional.
Para una correcta adhesión a la superficie es imprescindible el proceso de vulcanización, pero las mantas de grandes dimensiones facilitan su instalación en espacios extensos. Se aplica en sistema monocapa, flotante o fijado mecánicamente, y tiene una elongación de hasta el 300%.
EVA (Etileno-acetato de vinilo)
Las ventajas de la membrana EVA son las mismas que de una membrana sintética monocapa, con algunas características específicas relativas al producto.
Es de fácil instalación. En muchos casos, no es necesario descombrar antes y solo se necesita cemento cola. Gracias a su durabilidad y alta resistencia química, este producto es una solución ideal tanto para construcciones nuevas como para obras de rehabilitación.
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Impermeabilización cementosa
Al igual que la impermeabilización líquida, tampoco existen juntas de trabajo y asegura la no aparición de fisuras. No obstante, y al contrario del resto de sistemas que funcionan con presión hidrostática positiva, esta clase de impermeabilización funciona con presión hidrostática negativa. También se puede armar y ser monocomponente o bicomponentes.
Lugares donde se debe impermeabilizar
- Cubiertas, techos y azoteas. La superficie expuesta al cielo es uno de los lugares más sensibles de una edificación en lo que respecta a la filtración de agua.
En general, los materiales usados para estas zonas son impermeables y resistentes a los elementos. Pero nunca es suficiente, es necesario mantener cada año y reforzar cada otoño, principalmente. El material y técnica a utilizar depende de la región y clima predominante.
- Fachadas. Las fachadas no solo necesitan pintura, también hay que protegerlas del agua. Una fachada sin la correcta impermeabilización puede retener la humedad en su interior o en el mismo aislamiento. Esto puede provocar el deterioro de la pared, así como la proliferación de moho, humedades y otros problemas.
- Balcones y terrazas. Estos espacios no solo están expuestos a la luz y el agua. También deben soportar el tráfico y el peso. Por lo tanto, el material y la técnica deben permitir tanto el uso, como la dilatación/contracción de la estructura, así como la vibración y uso de agentes químicos.
Cómo afecta la última actualización del Código Técnico de Edificación (CTE)
La actualización del Código Técnico de la Edificación (CTE) marca un nuevo camino hacia las edificaciones sostenibles. Supone una nueva manera de construir, sobre todo, en el ámbito de la salubridad y la impermeabilización en los edificios.
Esta actualización establece que los promotores deben instalar los recursos necesarios y adecuados que imposibiliten la penetración del agua a la estructura.
Es importante resaltar que el constructor o jefe de obra pueden, bajo su responsabilidad y previa aprobación del promotor, adoptar medidas alternativas. Eso, siempre que certifiquen documentalmente que el edificio planeado cumple las exigencias esenciales del CTE. Es obligatorio que cada tipo de impermeabilización cuente con el marcado de la Comunidad Europea.
En el caso de muros y suelos que estén en contacto con el terreno, se categorizan en función del grado de impermeabilidad exigido (del 1 al 5). También depende del coeficiente de permeabilidad del terreno (Ks) y la presencia de agua (alta, media o baja).
En los muros se requiere de métodos de impermeabilización en todos los casos.
En el caso de los suelos, si existen muros flexor resistentes o por gravedad, con un grado de impermeabilidad ≤ 3 o mayor, es obligatorio ejecutar tratamientos de impermeabilización. Si los suelos colindan con muros pantalla, se deben impermeabilizar las soleras y placas sin intervención, con un grado de impermeabilidad de ≤ 4 o mayor.
En el caso de fachadas, todo depende de la zona pluviométrica y el grado de exposición al viento. En estas zonas no se necesitan materiales aislantes ya que los elementos de revestimiento de fachadas cumplen con la función de estanqueidad al agua.
Por último, las cubiertas tienen un nivel de impermeabilidad único y autónomo de elementos climáticos.
El CTE contribuirá a optimizar la eficiencia energética de los edificios, además de mejorar la salubridad que es necesaria en todas las viviendas para garantizar tanto el confort como la salud de sus ocupantes.
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