Las láminas asfálticas son superficies flexibles e impermeables que se suelen usar sobre terrazas, paredes o cubiertas para un buen aislamiento. Se adhieren mediante el uso de calor y tienen una vida útil alta. Están compuestas por sustancias bituminosas, una armadura y materiales de terminación. Se suele vender en rollos desplegables. 

Al ser una de las principales protecciones de la estructura, ya que se usan para cubiertas o terrazas, las láminas asfálticas son un elemento clave a la hora de realizar reformas. Una buena elección de la lámina y una buena instalación serán claves para la buena conservación del edificio.

Para ello, deberemos seguir los siguientes pasos: 

 

  1. Preparar la superficie. Que sea una superficie lisa, sin bordes que deterioren la lámina y con una inclinación adecuada en los puntos que conecten techo y pared para que pueda correr el agua sin que se acumule. 
  2. Imprimación. Aplicar pintura asfáltica de secado rápido sobre la superficie donde se colocarán las láminas nos ayudará a preparar el lugar. 
  3. Colocación de láminas. Se podrá realizar soldando los contornos de las láminas para agilizar la obra, mediante un sistema semiflotante para adherirse al contorno y algunos puntos que ayuden a potenciar la impermeabilización, o a través de su adhesión total, pegando todas las láminas a la superficie. 

Hay varios tipos de láminas asfálticas, dependiendo del uso que se le vaya a dar, la función que cumplirá o la superficie donde se aplicará: 

 

  • Láminas asfálticas enarenadas. Cuentan con una superficie no protegida, con terminación en arena. 
  • Láminas asfálticas plastificadas. Con superficie no protegida, con terminación plástica. 
  • Láminas asfálticas con autoprotección mineral. De superficie autoprotegida por una capa de pizarra de diferentes colores de acabado, como color natural, rojo, gris claro, blanco o verde. Necesitan de una fuente de calor para ser instaladas. 
  • Láminas asfálticas con autoprotección metálica. Superficie autoprotegida por una hoja de aluminio de 80 micras que puede ser de color natural, rojo o verde. Se usan en zonas exteriores que no son de paso para proteger especialmente del sol. 
  • Láminas asfálticas para muros. Utilizadas en muros enterrados, con terminación plástica. 
  • Láminas asfálticas para la impermeabilización de puentes y cubiertas de parking. Con terminación en gránulo de pizarra o geotextil de altas prestaciones, están diseñadas para aguantar el tránsito de vehículos. 

Entonces, ¿cuáles son las principales ventajas del uso de las láminas asfálticas? 

  • Son impermeables. Es su razón de ser. Evitan el paso de agua, aire frío o caliente, e incluso puede proteger a la estructura de roturas o deformaciones. 
  • Son versátiles y muy flexibles. Se adaptan con facilidad a cualquier superficie. 
  • Tienen una alta resistencia y durabilidad. Suelen tener una vida útil de mínimo 10 años, pudiendo superar hasta los 25, por lo que son una buena inversión a largo plazo. Además, apenas requieren mantenimiento, no se deterioran y aguantan bien al aire libre. 
  • Mejoran el aislamiento térmico y acústico. 
  • Tienen una gran eficiencia energética. Con su gran capacidad aislante, favorece un uso más económico de la electricidad en el edificio. 

 

Localiza tu tienda más cercana para obtener consejo profesional. Puedes encontrar láminas asfálticas aquí.

¿Quieres recibir información útil para tu trabajo diario? ¡Suscríbete a nuestros boletines!