Diferencias entre platos de ducha
Antes de elegir un plato de ducha debes tener en cuenta cuál es tu necesidad principal, potenciar la estética y el diseño de la estancia, la funcionalidad, mejorar la accesibilidad o sacar mayor partido a espacios reducidos.
La zona de ducha cobra mucha importancia, por eso se busca cada vez más que sea lo más amplia y cómoda posible.
Para saber cuál es el tamaño adecuado hay que tener en cuenta dos aspectos principales: las medidas del baño y las opciones de platos de ducha disponibles. Pueden ser de tres formas distintas: cuadrados, 1/4 de círculo o rectangulares.
¿De qué materiales son los platos de ducha?
Podemos distinguir diferentes materiales para platos de ducha:
Cerámica. Fabricados con arcilla, feldespato y arenas silíceas. Es la solución más económica, y ofrece gran resistencia a los productos químicos, ya que su color no amarillea. Son platos más gruesos y con menor resistencia a los golpes.
Resina o carga mineral. Son platos de diseño minimalista y muy moderno. Su composición, que combina resina y diferentes minerales, los convierte en platos planos o extraplanos, tienen un grosor que ronda los 3 centímetros. Esta característica hace que se puedan instalar a ras de suelo, facilitando el acceso a la ducha. Se puede personalizar eligiendo su color y textura.
Fuente: Resiblock
Piedra. Son platos extraplanos, elegantes, resistentes y duraderos. Estos platos están compuestos de pizarra, mármol o granito. Los platos de ducha de piedra natural están hechos de forma exclusiva para cada cliente, pudiéndose elegir forma y medida al milímetro. Tienen solo 2 centímetros de grosor y poseen antideslizante clase 3.
Son platos de fácil limpieza y poseen la cualidad de color inalterable, tienen un tacto más cálido y todos ellos cuentan con la válvula de desagüe.
Acrílico. Los platos de este material están compuestos por una capa externa acrílica y otra interna de fibra de vidrio (la más aconsejable) o poliuretano.
Tienen una mayor resistencia a los golpes y una superficie más antideslizante frente al tradicional plato cerámico.
Fuente: Blog Asealia
Porcelana. Los platos de ducha de porcelana son los de toda la vida, están fabricados con el mismo material que los sanitarios. Su mayor ventaja es su precio, de hecho, son los más baratos del mercado. Por ello, son una buena opción si no quieres gastar mucho. Una ventaja añadida es que se limpian con gran facilidad y soportan bien los productos químicos. Son platos de ducha que se adaptan bien a estilos más clásicos.
Fuente: BdB